LOS ULTIMOS AÑOS DE RAFAEL EN EL PRADO

Es la primera muestra monográfica dedicada al pintor italiano que combina dibujos y pinturas de los últimos siete años de la vida de Rafael (1483-1520). Estos son los años que le convirtieron en el pintor más influyente del arte occidental. Si al Louvre ha viajado la Mona Lisa de Leonardo española, hasta aquí han viajado una parte importante de las obras francesas. Es una exposición coorganizada entre ambos museos fundamentalmente, hasta París viajará en octubre, las 74 obras, de las cuales la mayoría no han sido expuestas antes en España. Entre las pinturas que se pueden ver yo me quedo con los retratos. Realizó dos tipos: los oficiales, los encargos de personalidades destacadas de la época, y los que hizo para sus amigos, que solían ser regalos. A este segundo grupo pertenece el fantástico retrato de Baldassare Castiglione, gran amigo suyo al que pintó en dos ocasiones, o el de Bindo Altovitti, joven banquero florentino próximo al círculo de los Médici, amigo también de otros artistas, entre otros de su "enemigo acérrimo" Miguel Ángel.

Rafael tiene numerosos detalles anecdóticos en su vida. Fue corta, intensa y repleta de curiosidades. Nació y murió el mismo día, se fue el Viernes Santo del año de 1520, 37 años después de su nacimiento en 1483. Mantuvo una vida amorosa intensa, parece que abusó tanto de los placeres sexuales junto a su amante, la Fornarina, que llegó a casa un día tan falto de fuerzas que precisó atención. Un error de cálculo médico, relatan las crónicas de la época, acabó por darle la puntilla y, tras varios días consumido por una devastadora fiebre, murió. En realidad, Rafael pudo haber muerto de malaria o por una intoxicación del plomo contenida en la pintura que empleaba. Pero para qué buscar otra respuesta racional si hay una tan conmovedora, romántica y mitológica como esta. Que Rafael fue enamoradizo y aficionado a las mujeres parece incuestionable. Cuenta Vasari, que Chigi se vio obligado a colocarle a Rafael una cama para que terminase el encargo pictórico que se le había hecho sin dejar de atender sus impulsos sexuales.