Todas las corrientes artísticas dicen mucho sobre la etapa histórica en que se desarrollan. Hablan de los valores,  la idiosincrasia y el espíritu de sus días.  Pero también cada individuo participa de forma diferente al crear una obra de arte  dejando huella de su sello personal que lo individualiza de los demás. De esta forma se pueden analizar las obras de arte estudiando las semejanzas y contrastes que presentan en su comportamiento creativo los seres humanos y explorando las claves del aprendizaje del arte y del deleite estético, especializándose en mostrar las diferentes maneras o métodos de expresión e interpretación del hombre y la sociedad.

El hecho de crear comienza mucho antes de la propuesta ya que tiene su inicio en la imaginación. El arte trabaja con sentimientos humanos. Sensaciones, emociones y pasiones forman parte de una obra artística pero, a veces,  son transformadas por ella. La creación artística produce una transfiguración del material  a la vez que produce una metamorfosis de los sentimientos.  La naturaleza del proceso creador del artista queda fuera del alcance del espectador o investigador.
El dominio de las propiedades de la materia hace que  la obra final adquiera aspectos extraordinarios para el espectador: la Victoria de Samotracia se hace vaporosa, parece carecer de  peso. El Moisés de Miguel Ángel estremece  con esa mezcla de sentimientos: cólera, dolor y desprecio»: «la cólera en el amenazador fruncimiento del ceño, el dolor en la mirada, el desprecio en la saliencia del labio inferior y las comisuras estiradas hacia abajo».
El arte puede llegar a ser  un proceso en parte de naturaleza inconsciente. La experiencia artística no es una experiencia racional, ni tampoco absolutamente consciente en todas sus dimensiones. Una obra puede haber sido producida desde el inconsciente. Jung afirma que existen varios tipos de arte:  arte introvertido, arte extravertido o simbólico, arte psicológico, y arte visionario.
Existe un tipo de obras artísticas que se crean por la voluntad del autor. Para realizarlas parte de sus dimensiones más conscientes, el decide y cambia en función de lo que quiere conseguir: es el arte psicológico. Existen otras obras de arte que se imponen literalmente a la voluntad de quién la está realizando. El contenido no es conocido y su naturaleza le resulta extraña hasta al propio autor que la produce. El artista es únicamente el medio a través del cual aparece el arte: este es el arte visionario.